domingo

Metro y Medio , recibe la Visita de la Sra. Mirta Busnelli.


Metro y Medio del 14 de septiembre de 2009. Programa conducido por Sebastián Wainraich, Pablo Fabregas y Julieta Pink. En esta oportunidad reciben la visita en el estudio de la radio, de la actriz Mirtha Busnelli.

MUY FELIZ DIA DE LA MADRE!!!

EN UN DIA MUY ESPECIAL! QUERIA DEDICAR ESTE POST A UNA GRAN ACTRIZ, A UNA GRAN PERSONA.... PERO POR SOBRE TODAS LAS COSAS A UNA GRAN MADRE!!!! PARA VOS MIRTA!! QUE PASES UN HERMOSO DIA JUNTO A TU HIJA Y LA FLIA!!
BESOS 1000000000

SILVY

jueves

HOY GRAN ESTRENO!!!

"NUNCA ESTUVISTE TAN ADORABLE" EL EXITO DE LAS TABLAS AHORA EN LA PANTALLA GRANDE!!! NO TE LA PODES PERDER!!
Elenco: Mirta Busnelli,Luis Luque, Maria Onetto y gran elenco.
Dirección: Mausi Martinez

Si se quieren divertir....? No duden en venir a verla es Exelente!!!! No se la pueden perder!!!!

"Para no creer hay tiempo"



Mirta Busnelli

En la muy buena obra "Hasta que la muerte nos separe" comparte escenario con Javier Lorenzo y Celina Bodis.


En una entrevista dijo respecto a los premios: “mi mayor reconocimiento es el de mi misma”. ¿Es sencillo medirse a usted misma?

-No. Obvio. Y además la opinión de vos mismo también se forma un poco con las miradas que has recibido.

-¿Cómo separa la paja del trigo, por decirlo de alguna manera?

-Por un lado tengo alguna experiencia y he sido muy insegura. Seguramente en algún lugar lo sigo siendo, pero busco cuándo actúo algo que me sorprenda a mí. Nadie sabe lo que yo estoy buscando, entonces si mi trabajo no gusta, seguro que no me voy a sentir bien. Pero no estoy tan a merced de cualquier gusto. Por ahí puedo escuchar a alguien que pienso que piensa parecido a mí, que conoce mis modalidades, pero en general cuando trabajo estoy viendo si me esta gustando lo que estoy haciendo; y si al otro no le gusta y me señala algo, puedo reconocer también lo que me dice, su observación, porque yo también lo estaba dudando digamos . Porque obvio que el trabajo se hace con otros, en general no podés hace una cosa solo. Entonces hay un intercambio.

-¿Y hace más tiempo, cuando debió mostrar sus cualidades para que los que no la conocían las pudieran apreciar?

-No, más atrás en el tiempo pasé por todas las esclavitudes: desde que me importaba mucho lo que pensaba un profesor mío y yo me imaginaba que el venía al teatro y entonces ya actuaba mal ese día, al que nunca venía a verme pero me imaginaba que estaba sentado en la platea, a merced de esa mirada que solamente la tenía yo: lo ponía en sus ojos por su modalidad, era alguien que en general miraba ahí en el lugar donde no se producía algo interesante. Uno cuando trabaja presenta algo que está dentro de otra cosa también. Dentro de eso que a uno le presentan puede haber núcleos, momentos, actitudes, gestos, luces, cosas que te atraen y otras que te atraen menos. Bueno, esta persona tenía, el defecto digamos, de ir a mirar lo que no le satisfacía, en lugar de por lo menos tener algún goce con lo que le satisfacía. Y en ese momento yo le otorgaba una autoridad muy grande. Y no me hacía bien. Cuando empezás a trabajar, tenés bastante tiempo esclavitud a miradas muy críticas, que seguramente tienen una parte mía muy crítica también, pero que formaba una combinatoria bastante letal. Ahora desde hace tiempo estoy bastante más tranquila, y más allá de que estoy más tranquila, creo que también es como que los engañé, porque en general recibo buenos comentarios. Sin perder la mirada del otro, la última palabra tiene que ser tuya: no puedo hacer algo porque le gusta al otro sin estar convencida de que eso también está bueno. Esa es la aspiración máxima.

-Acerca de “Hasta que la muerte nos separe”, decía que necesitaba trabajos que le dieran placer, que le gustaran desde algún lugar.

-Desde varios lugares. Una que haya gente que me guste que esté en el proyecto, es lo primero que me mueve. Este proyecto es muy atípico, porque la única persona que conocía era Javier (Lorenzo). La persona que me lo presenta me manda por Internet una carpeta muy prolija, por qué la hacía y qué sé yo. Eso era un miércoles o un jueves, el lunes ella se iba y quería ver si me podía ver antes de irse a Francia. Me sonó rarísimo y no le di bola, en general los proyectos no vienen así, me llaman por teléfono y me proponen algo. Entonces hablando con una gente en un estreno de una película, cuento esto y mi hija me dice: ¿no serás un poquito prejuiciosa?, ¿por qué no lo mirás? Entonces llamé, pero desestimando. Me encontré con Celine y me cayó re bien. Leí la obra, después el director no estaba, y sin director no la iba a hacer. Y cuando vino a hacer la puesta, que tenía un mes nada más, me encantó y fue todo optimo.

-¿La mueve la idea de aprender algo personal, para su vida, del personaje que le toca?

-Me mueve la idea de que algo me sorprenda, que encuentre algo y diga esto es nuevo, es de otra manera; eso es lo que más me mueve. Después en todo trabajo y en toda agrupación de trabajo que quiere algo siempre hay algo terapéutico: te empezás a querer, querés el trabajo, querés el bien del otro y le decís cosas que le sirven y si alguien está mal se lo sostiene y siempre te enriquecés.

-Es como la fantasía de que la felicidad es posible.

-Claro y en ese momento de alguna manera es posible...


A Mirta Busnelli se le ilumina la mirada. Algo en ella indica que conoció la felicidad, bien tan preciado, arrebatado a menudo con la forma excelsa de la mediocridad: la que dispara sobre lo ajeno por no soportar lo propio, la que sólo busca la desigualdad material y festeja y acicatea la igualdad anodina pretendiendo libertad. Busnelli parece una de esas personas que brillan, y que no se sabe bien por qué determinada razón, y una entrevista por lo general no tiene posibilidad de descubrirlo, cuida eso que, al decir del antaño Fito Páez, es una luz que llevamos dentro que no hay que dejar escapar, jamás. En el brillo de esa mirada, Busnelli refleja la dicha de ese tesoro.

“Sí, le decía a Javier (Lorenzo): parece que estoy en una película de Disney; como diciendo: uno se esta engañando. Y él me dice, sonriendo: yo también. Y le digo: bueno, creémonoslo, total, para no creer hay tiempo, toda la vida.

Y entonces es fácil creer que sí, la felicidad es posible: Busnelli la conoce.

-Siempre que puede dice que hacer un curso con Ricardo Bartís cambió su rumbo, sin precisar mucho si sólo se debió a la actuación o algún otro aspecto de su vida.

-No sé si busco estar bien laboralmente, busco que me guste a mí, que me guste algo de lo que se produce en el escenario. Y eso en realidad una no termina nunca de pensarlo. Si vos tenés un buen músico por ejemplo, creés que y está mirando música todo el tiempo con eso en la cabeza. ¿Por qué? Por curiosidad, claro. Por estar atraído por ese misterio que es la música, o generar algo que lo sorprenda a él y que sorprenda a los demás por placer de la música. Y en el teatro pasa algo parecido. Yo uso la expresión como “zapar”. ¿Viste como hacen los músicos de jazz? Bueno, generar teatro. Voy al teatro y más o menos lo que hay es previsible, y si te aburrís es inbancable. No me puedo ir porque hay colegas, si no por ahí una se iría. Y sin embargo hay momentos donde se produce, aunque no en toda la obra, algo interesante. Y ahí no hay con qué darle al teatro. En esa proximidad, en esa cosa artesanal, en eso que une un poco con la historia de la humanidad, podés ver esa cosa que tiene el teatro. Y luego desaparece, es una experiencia.

-Es interesante y linda la idea de zapar.

-Hay una escena de la obra que la cambié el día anterior a estrenar para poder decirle al personaje de Javier millones de cosas, porque en realidad se trata de una sarta de reproches. Y para mí el interés es cómo se produce esto para que sea interesante, porque escuchar a una mujer quejándose por su hijo es de lo más aburrido. Y cambiando en una escena el guión no lo perjudico al actor, porque el actor se tiene que bancar ese discurso, más allá de lo que se diga exactamente.

-¿El curso con Bartís coincidió con esa idea que una vez expresó sobre que se empieza a ser actor por amor al teatro, después se preocupa por otras cuestiones de alrededor, se llega a la preocupación por el cartel y un día no se invita a la gente querida a ver la propia?

-Sí, fue más o menos al mismo tiempo de esa idea de que al principio uno quiere actuar bien, después darse a conocer, después acceder a otros trabajos con personajes más grandes, después con gente conocida, ganar más plata, tener mejor cartel y ya después ni se acordaba muy bien lo que quería. Entonces no se acuerda muy bien qué es lo que lo une a esta tarea, más allá de que a alguno le importara más una cosa u otra y pudiera hacer bien su trabajo. En un momento sentí que por ahí no era que estaba haciendo algo mal, que incluso estaba bien, e incluso tenía buenas críticas y fui a una muestra de Bartís y me di cuenta de que ahí había más teatro que todo el teatro que había en Buenos Aires. Y sentí la necesidad de producir algo equivalente. Decidí estudiar con él no hace mucho, ya de grande, grande enorme, hará como quince años o un poco menos. Me interesó mucho la manera de producir de él. Cada persona que se interesa en el teatro y hace cosas interesantes te da algo que te muestra un camino propio, bueno, a mi me resulta muy, muy atractivo.

-¿Por qué busca cuando todos parecen tener la vida resuelta?

-Sabés bien que nadie tiene la vida resuelta.

-Pero viven como si la tuvieran.

-Sé que soy una actriz que trabajo más o menos bien, que mi trabajo gusta, y en ese sentido puedo no seguir dudando. Eso no quiere decir que cada trabajo es un nuevo desafío en el sentido de que es una incógnita, que haber hecho bien el anterior trabajo no me garantiza nada: lo tengo que hacer; significa que tengo que ver cómo hago para crearlo. Sí, lo puedo hacer repitiéndome, pero lo hago sin pensar en la novedad, en lo que significa la novedad de con quién estoy trabajando, o del personaje. Es como si a mí me hicieras las mismas preguntas que a cualquier otro. Algunas podrán valer para cualquiera, pero cada entrevista depende de la persona, de cómo te sentís vos, que interés tenés en hacer la nota, toda una serie de cosas nuevas cada vez. Y además nadie puede decir que ya está porque te puede doler la panza, pisar un auto, te podés enamorar, alguien cercano tuyo tener un hijo, conocer a alguien que te pida por favor que te vayas de viaje con ella o simplemente puede entrar la luz por la venta de tu casa y vos sentir que la viste por primera vez porque nunca la miraste así. *







martes

Mirta Busnelli muy pronto en la pantalla grande!!! con el estreno de " NUNCA ESTUVISTE TAN ADORABLE"

Sinopsis


Blanca, una mujer caprichosa, adorable y desmedida, ha tomado dos decisiones en su vida.

La primera, hace 20 años: casarse con Salvador, propietario de un próspero taller mecánico, para abandonar la pobreza de Barracas, yéndose a vivir "cerca de la casa del Presidente", como ella siempre lo soñó. La segunda, 20 años más tarde: cambiar los viejos muebles de su casamiento para estar a tono com los tiempos que corren: 1955.

En medio del trajín, un regalo anónimo sorprende a toda la familia: un flamante televisor envuelto primorósamente y una tarjeta: "Para Blanca….Usted ya sabe quien".

Las narcisistas fantasías hollywoodenses de Blanca, alimentadas por un admirador misterioso que envía costosos regalos, sus hijos, su íntima amiga y un marido que se desvanece ante la mirada amorosa, completan el cuadro de ésta divertida y desopilante comedia de un drama familiar.


La historia


El technicolor de los años 40 y 50 iluminó las monocromáticas vidas de la clase media y todos alguna vez soñamos con bajar una gran escalera como Rita Hayworth. Y la historia de Blanca y Salvador no es la excepción.

En esta familia todos querrán vivir o haber vivido su gran melodrama. Y allí, las películas de "teléfono blanco", las revistas de actualidad, o las novelitas equivalentes a Corín Tellado estarán conformando su textura sentimental.

"Nunca estuviste tan adorable" narra con ternura irónica la distancia entre la fantasía y la realidad, entre el inútilmente esperado galán de nuestros sueños y la vida cotidiana, entre los baños de burbujas hollywoodenses y las heladeras pagadas en cuotas.

Se trata de un relato que ha perdido la inocencia pero no las mañas, y por momentos se monta en una cursilería que es compleja, densa y, a veces, hasta un guiño trágico que sin compasión se convierte en una pesadilla circular.


La estética


"Nunca estuviste tan adorable" es un film de Galería y Artificios. La economía de espacios y recursos técnicos que determinó una estética en los primeros años del Cine fue el material de inspiración de este relato.

Los escenarios, desde su construcción, son tratados dentro de la gama de los grises plomos y acerados como si se tratará de un viejo film en blanco y negro, recuperado y coloreado. Y, allí, donde esta gama de monocromos puebla la pantalla de un contexto irreal y distanciado, los personajes se despegan furiosamente con sus pieles de colores saludables, sus cabelleras brillantes y sus vestidos coloridos y vivaces trazando líneas de acción que se imprimen como en una hoja en blanco.

El color, tiene una escala de intensidad que define las fronteras entre el espacio exterior de la "realidad" y el interior de la imaginario familiar, sólo legitimado en su trama endogámica.

Los fondos en croma, descromatizados, aparecen cada vez que los personajes necesiten salir al espacio exterior. Un espacio que se nos presenta con crudeza y que, a medida que se van alejando de esa realidad, los colores comienzan a intensificarse.

Así, el mundo exterior, el "real" es en blanco y negro; la casa familiar en la gama de grises y pasteles, y los personajes familiares de un technicolor rabioso, propio de los films de los 50. En esos colores, la familia de Blanca y Salvador construyen su ficción. Una ficción que sólo se sostiene en el encierro.


La época


El relato comienza en la Argentina previa al 16 de Junio de 1955, fecha en la que la Aviación Naval lanza un bombardeo sobre la Plaza de Mayo en Buenos Aires, anticipando el golpe de Estado que tres meses después, y bajo el irónico nombre de "Revolución Libertadora" destituyó al presidente Juan Domingo Perón.

En 1966 es derrotado Arturo Illia. Asume el dictador Juan Carlos Ongania. Sale al aire TELENOCHE, el noticiero conducido por Mónica Cahen D´Anvers, Andrés Perciavale y Tomas Eloy Martínez. Y, ODOL PREGUNTA comienza a ser conducido por Cacho Fontana.

El 21 de julio de 1969, la misión norteamericana Apolo XI tuvo al mundo entero sobre ascuas al depositar el primer hombre en la Luna, mientras en nuestro país estalla el Cordobazo que debilitaría el gobierno de Onganía.



Ficha Técnica:

Dirección y Guión: Mausi Martínez

Fotografía: Andrés Mazzón

Montaje: Yanina Andreoli

Dirección de Producción: Julián Castro

Producción: Luis Barone, Kaos Cooperativa de Trabajo Ltda.

Música original: Nicolás Posse y Mono Morillo

Año 2009

Duración: 93 minutos

Acerca del Elenco

Mirta Busnelli, Luis Luque, María Onetto.

Acerca de la directora: Mausi Martínez

Es Directora y Actriz. Egresada de la Escuela Municipal de Arte Dramático, trabajó con el Odin Theatre agrupación danesa, De La Guarda, agrupación argentina y La Fura del Baus agrupación catalana.

Egresó de la ENERC especializada en Guión Cinematográfico y se destacó como actriz en producciones cinematográficas y teatrales en la Argentina.

Debuta como Directora y Guionista cinematográfica con el "Documental Sed, Invasión gota a gota", ganando diversos premios nacionales e internacionales.

Acerca del libro original

Javier Daulte es dramaturgo, guionista y director. Por su trabajo, en su mayor parte estrenado y publicado ha recibido entre otros, el Royal Shakespeare Festival of New York Award, Primer Premio de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, Premio Fondo Nacional de las Artes, Premio ACE (en 4 oportunidades), Premio CELCIT, Premio Maria Guerrero (en dos oportunidades), Premio Martín Fierro, Premio Broadcasting, Premio Teatro del Mundo, Premio Clarín, Premio Konex, Premio Trinidad Guevara,

Cuando las pasiones son contagiosas

Mirta Busnelli volvió al teatro; su hija, Ana Pauls, y su hermana, Amanda Busnelli comparten elenco.

Es una anfitriona cálida y organizada. En una tarde lluviosa, recibe en el living de su casa a su hermana y a su sobrina, y ese espacio contrasta con sus colores el gris de la calle, porque ella acompaña la visita con un termo de café, otro de té, jugo de naranja y galletitas de chocolate.

Las dos mujeres aplauden el variado recibimiento y se sientan cómodamente en uno de los sillones. Podría ser cualquier reunión familiar, aunque las protagonistas del encuentro son las actrices Mirta Busnelli, su hija, Ana Pauls, y la anfitriona, Amanda Busnelli.

La excusa de la reunión es la entrevista con LA NACION, pero resulta evidente que estas mujeres disfrutan de los momentos compartidos, y lo manifiestan cuando se ríen, se abrazan, se festejan los chistes y recuerdan situaciones divertidas.

Mucho de esto está directamente relacionado con la profesión que eligieron: Mirta, tal vez las más famosa, estrenó Hasta que la muerte nos separe ; Ana y Amanda comparten elenco en Rosa mística , donde Ana encarna a Rosa, la hija de Inés, el personaje que interpreta Amanda (su tía en la realidad).

Después de Los exitosos Pells , Mirta, habituada a desarrollarse en varias disciplinas, tuvo que decidir entre algunas propuestas que le resultaran estimulantes. El teatro definitivamente lo es para ella, y si bien resulta casi imposible enumerar la diversidad de obras en las que participó, algunas fueron La casa de Bernarda Alba , Nunca estuviste tan adorable y Los padres terribles , entre muchísimas otras.

Su hermana Amanda se acercó al teatro "mucho más tarde", según aclara; hace sólo diez años. Desde entonces actuó en Niños del l imbo y Santificarás las fiestas , entre otras propuestas. "Aunque a los profesores no les guste mucho que hablen del teatro como un hobbie , para mí lo era en un principio, hasta que me enamoré", rememora.

Por su parte, Ana, con 21 años, sólo en teatro ya hizo Gente favorita, Los riesgos , Pichincha al 400 y Juegos a la hora de la siesta . "Tiene más experiencia que yo y es conmovedor el trabajo que hace en Rosa mística ", dice su tía, con cierta devoción.

Y es que la joven actriz comenzó a tomar clases de teatro cuando tenía siete años. "Mi papá (Axel Pauls, padre de dos de sus hermanos, Gastón y Nicolás) me mandó", dice. Y Mirta agrega: "Es verdad, el padre la mandó, no tuvo que ver conmigo". Entonces Ana recuerda, divertida, que su padre, quien es alemán, la anotó en teatro, y su madre, que es actriz, la inscribió en clases de alemán. Mirta dice que, conscientemente, nunca pensó en su hija como actriz. "Para mí era hermoso que fuera a teatro, me encantaba, pero cuando ella se inclinó a estudiar para mí fue un regalo enorme, porque no era algo que yo anhelaba. Aunque tal vez inconscientemente sí?", reconoce.

-¿Cómo son los personajes de cada una?

Mirta : - Hasta que la muerte... me gustó porque era un proyecto tranquilo, que se fue construyendo de manera colectiva. Vengo haciendo muchas "madres" y eso me tiene un poco cansada, pero ésta es una madre con matices diferentes y me interesó el vínculo con el hijo.

Ana : -¡Perdón! [bromea y las tres se ríen].

Mirta : -Cansada de "hacer" madres. De ser madre no me voy a cansar nunca [dice, y le guiña un ojo]

Amanda : -El personaje de Inés en Rosa mística es una madre un poco perdida, desconectada del entorno, despistada, ingenua, que camina por otro carril, y tiene mucho de infantil, aunque alguna vez se conecta con su hija, se quieren y eso también creo que se ve?

Ana : -Yo gozo cuando la veo. Es divino el personaje. El público puede reírse un rato con ella, porque lo demás es muy fuerte.

La joven Pauls destaca que la obra ya la fueron a ver su hermano Gastón, su papá ("Unas 37 veces", ironiza), la tía Yoli (hermana de las Busnelli) y su hermano Alan, porque Nicolás estaba de viaje el día del estreno. "A mí me remotiva, me encanta que vayan, significa mucha más adrenalina", dice, con sus ojos celestes bien abiertos.

Mirta : -¿Y el medio [otros artistas y la prensa] te gusta que vaya?

Ana : -¡Obvio! Un ojo crítico es muy estimulante. Me da más miedo, pero es un desafío.

Mirta : -A mí me gusta verla. Como soy la madre, me parece extraordinario lo que hace, aunque me parece que no lo agrando tanto?

Amanda : -Anita está muy bien. No es fácil llevar una obra ella sola.

Ana : -Las tres estamos bien. Estamos plenas.

Mirta : -Antes yo era la que estaba en el teatro, y ahora siento que realmente estoy en familia en el teatro.

Amanda : -Para mí, era empezar algo distinto, y me animé sobre todo por el apoyo familiar. Anita me obligó un poco [bromea].

A las tres les encanta que sus afectos estrenen proyectos, y hasta reconocen que les gusta arreglarse para asistir. Quienes más comparten su mirada son Mirta y Amanda, y siempre esperan la opinión de la hermana sobre el propio trabajo.

El caso de Ana es diferente, "porque es muy autónoma", según explica su madre. "Sé que mi palabra no tiene un peso absoluto para ella, pero aunque sea para rechazarme algún peso tiene", sonríe.

-¿En familia es más fácil aceptar consejos o sugerencias?

Mirta : -Imaginate que para nada me siento segura ni dueña de la verdad. No estoy segura sobre mi futuro, tampoco puedo estarlo sobre el de ella.

Amanda : -Es que Anita es muy segura.

Mirta : -Para mí, lo mejor es que ella esté en el lugar donde le gusta estar, en cualquier disciplina, y siempre charlamos sobre dónde se siente más cómoda.

Ana : -Entre las dos llegamos a una conclusión, pero ella también me escucha a mí.

En ese momento madre e hija se abrazan. Amanda las mira con ojos llenos de ternura.

Mirta recuerda que en los días de nervios previos a su estreno se enfrentaron por el uso adecuado de una multiprocesadora, y la discusión terminó cuando un puñado de verduras salieron volando por la ventana. "No cuentes eso, mamá", dice Ana con una sonrisa. "Dejame, que es divertido", le responde Mirta entre risotadas.

"Podríamos hacer una obra las tres juntas", propone Amanda. "Dale -retruca Mirta con humor-. Digámosle a mamá también, con sus 94 años, y ya tenemos el elenco completo."

Para agendar
  • Hasta que la muerte nos separe , dirigida por Paul Desveaux, con Mirta Busnelli, Céline Bodis y Javier Lorenzo.
  • El Camarín de las Musas , Mario Bravo 960. Viernes y sábados, a las 20.30. Desde 15 pesos.
  • Rosa mística, de Ignacio Apolo, con Ana Pauls, Amanda Busnelli, Tahiel Arévalo, Mario Joursza y Alejandro Dufau.
  • C.C. Konex, Sarmiento 3131. Jueves, a las 21. Desde 25 pesos.


Mirta Busnelli, Celine Bodis, Paul Desveaux y Javier Lorenzo: Hasta que la muerte nos separe



“Nos interesa el equilibrio entre lo cotidiano y lo irreal”

Tras una primera mitad de año en la que brilló con su personaje en Los exitosos Pell$, la actriz se embarcó en un proyecto “tan bien armado que me resultó rarísimo”. El resultado fue Hasta que la muerte nos separe, de Rémis de Vos.

Disfruta del trabajo en equipo, del encuentro con artistas con una mirada personal, del aporte desde distintas áreas creativas. Sus criaturas son siempre intensas, desfachatadas, escapan de los tonos medios y son capaces de fundir el humor con la tragedia. Basta recordar su último trabajo teatral como la madre desorbitada de Los padres terribles, de Jean Cocteau, en un vínculo atormentado con su hijo (Nahuel Pérez Biscayart), o la que compuso en La niñera (televisión) y en Las mantenidas sin sueños (cine). Mirta Busnelli conserva el sentido del juego y del riesgo, atenta a no repetirse, a no caer en fórmulas transitadas, y a generar nuevas ficciones pesar de que el papel de madre es frecuente en su carrera. Tras el final de Los exitosos Pell$ (que le valió un Martín Fierro a la mejor actriz de reparto en comedia), la actriz estrenó en El Camarín de las Musas una obra intimista de un autor francés inédito en el país, Hasta que la muerte nos separe, de Rémis de Vos, junto a un joven equipo franco-argentino. Y está de lo más entusiasta, zambullida en una segunda mitad de año algo más tranquila, después del ritmo sostenido de meses de grabaciones.

“Fue un gran trabajo de parte de todos: actores, directores, técnicos. Los exitosos Pell$ estaba hecho como un unitario en tiempo de tira diaria. Todos aportaron mucho; nos gustaba quedarnos para ver qué hacía el otro”, cuenta la morocha de ojos claros y risa estrepitosa que encarnó a Marcela Sánchez (la contrafigura del personaje de Hugo Arana), una mujer inescrupulosa, dispuesta a todo para triunfar. Años de experiencia le permitieron poner ciertas condiciones –“grabar tres veces por semana para poder descansar martes y jueves, algo que no siempre las producciones pueden aceptar porque ellos también trabajan contra reloj”– y componer una criatura depravada aunque con cierta complejidad. “El personaje de Arana era un canalla sin contradicciones. El mío, si bien hacía cualquier cosa para lograr su objetivo, se resquebraja, se quiebra y termina en un mejor camino al enamorarse del padre de Sol (Carla Peterson). Es que el amor es redentor”, opina.

viernes

"Un poco de teatro francés"



MIRTA BUSNELLI Y PAUL DESVEAUX

Después de Núñez, su personaje en Los exitosos Pells, la actriz vuelve a encarnar a una madre en Hasta que la muerte nos separe, que se estrena hoy.

Bilingües. Desveaux es amigo de Rémy De Vos, autor de la pieza que se vio en España y Francia. Eligió a Busnelli “por esa locura que tiene”.



Parada en una esquina del escenario, Mirta Busnelli intenta practicar su francés: cierra los ojos, revuelve en su memoria escolar y, finalmente, le dice al director –que no habla castellano–: “Il y a un problème”. Después, se ríe de su logro y explica que en el texto hay una ambigüedad. Entonces, director, actores, productora y traductora discuten el significado de la frase original, la traducen al castellano y hacen el cambio que sugirió la actriz. Esto es un ensayo de Hasta que la muerte nos separe, a cargo del francés Paul Desveaux, que se estrena esta noche en El camarín de las musas y en la que, lejos de Núñez, ese personaje delirante y pasional de Los exitosos Pells, Busnelli vuelve al teatro y, además, a representar a una madre.

“Ay, las madres me tienen harta”, dirá al salir del plató con su voz nasal y esa manera de hablar tan particular que parece bordear la risa. “Hice de madre en Los padres terribles, una obra anterior, hice de madre en Mujeres asesinas...”. Lo que pasa es que cuando decido una propuesta inciden muchos factores: la gente, el material, el personaje, y acá se daba todo. Igualmente, la obra se me convirtió en una excusa para zapar teatro, para ejercer mi trabajo lejos de la tele, y ahora, además, ¡para practicar francés! Así que si la obra no era demasiado mala (risas) yo iba a trabajar”.

El director, a quien le acaban de traducir la respuesta de Busnelli, larga la carcajada. Amigo de Rémi De Vos, el autor de la obra –premiada y estrenada previamente en París y Barcelona–, llegó a Buenos Aires como parte de un proyecto para montar textos franceses con actores argentinos. “Es una obra perfecta para trasladar, un formato corto, con sólo tres actores y una historia universal que hace reír y a la vez emociona: gente común –una madre, un hijo y su novia– en una situación un poco extraordinaria, porque es el día del funeral de la abuela, que a través de pequeños movimientos internos terminan revelando las relaciones entre sí”.

–¿Por qué elegiste a Mirta?

D: –Cuando la vi en el video del casting, supe que iba con el texto, por esa locura que tiene, ese humor y al mismo tiempo un gran dominio técnico.

B: –Y la humanidad, dijo la humanidad, ¡no te olvides de traducir eso! (le dice a la traductora).

–¿Estás de acuerdo con esto de la locura, Mirta?

B: –(Silencio)... Y sí...

–¿Cómo es tu personaje?

B:
–Es una mujer que está en un momento muy difícil de su vida porque se acaba de morir la madre, hace muchísimo que no ve a su hijo, nunca supo muy bien cómo ser madre y, en este reencuentro con él, aparecen los reproches. Además, se mueve por normas rígidas como si fueran una tabla de salvación.

–¿Solés intervenir en la construcción de los personajes?

B: –Sí, me interesa que la obra se teja entre todos y en este momento no concibo el teatro si no es de esa manera.

–¿Incluso con Daulte (Nunca estuviste tan adorable) y Spregelburd (La modestia), que tienen una impronta muy personal, pudiste trabajar así?

B: –Sí, porque en esos casos las obras las fueron escribiendo sobre el trabajo, las fueron terminando en los ensayos. Ahora, como somos menos, esa posibilidad de intervenir se potenció.

–Sos una figura constante en el teatro independiente, ¿lo buscás?

B: –En realidad se dio, pero de alguna manera podría haber pasado por al lado mío sin que me metiera. Hace varios años, yo tenía toda una formación más stanislavskiana, pero empecé a ir a las muestras de estudio de Bartís y me parecía que ahí había más teatro que en todo lo demás que veía en Buenos Aires. Entonces me puse a estudiar con él, cuando ya era grande, y cambió todo.

Busnelli le explica a Paul, en francés, lo que está contando, y el director vuelve a sonreír, la mira algo fascinado y le dice: “No me equivoqué eligiéndote como actriz”.

–¿Hay alguna sintonía entre lo que se produce en teatro en Buenos Aires y lo que se produce en París?

D: –Yo me siento cercano. En París, además, vi Acassuso (de Spregelburd), La omisión de la Familia Coleman (de Tolcachir) y Espía a una mujer que se mata (de Veronese). Veronese me impresionó mucho...

B: –Sintonía hay, sin ninguna duda, porque Paul y nosotros tenemos una misma manera de pensar el teatro y trabajamos en conjunto. Ahora, si después la obra resulta un plomo... ¡toda la culpa va a ser de él!l

Hasta que la muerte nos separe. El Camarín de las Musas. Mario Bravo 960. Entradas 30 y 15 pesos. Viernes y sábados a las 20.30.

Del teatro elegido a Verónica Castro

“Hace mucho tiempo me di cuenta de que uno empieza a trabajar porque le gusta ser actor, después la gente te va conociendo, después hacés personajes más importantes, después te pagan más, después tenés que cuidar tu cartel y después ya no sabés qué estás haciendo. En un momento me di cuenta de que ya no me daba ganas de invitar a la gente que más respetaba a las obras y ahí me dije: “Ey, ¿qué estoy haciendo?”, y empecé a elegir.

–¿Esa manera de pensar la trasladás a la tele?

–En la medida que puedo, sí. Pero la televisión es industrial. En los Pells estuve porque me gustaba el grupo de actores, de realizadores, y me permitieron grabar tres veces por semana, si no, no lo habría hecho.

–¿Cómo quedás después de un personaje que se vuelve masivo, ahora que te gritan “Núñez” por la calle?

(Se encoje de hombros, estira la boca en una mueca que parece indicar “no pasa nada” y se ríe).

–Verónica Castro va a hacer tu papel, ¿hablaste con ella?

–No, pero me da mucha curiosidad lo que va a hacer.





lunes

QUERIAN NOTICIAS????... AHORA YA LAS TIENEN!!!!

MIRTA BUSNELLI GANADORA DEL MF POR MEJOR ACTRIZ DE REPARTO EN COMEDIA!!! MUY BIEN GANADO!! TE LO RE MERECES MIRTA!!

sábado

“Los Diegos” y Mirta Busnelli celebraron los diplomas para “Los Pells

Entre las figuras que anoche recibieron su diploma al Martín Fierro estuvieron tres representantes de uno de los programas más nominados: “Los exitosos Pells”.
Mirta Busnelli compite con Andrea Bonelli del mismo ciclo, entre otras actrices, como Pata Echegoyen, por su mejor actuación en protagónico de comedia.
Diego Reinhold es “virgen” en Martín Fierro y estará el miércoles que viene compartiendo mesa con su amigo y colega, también nominado por su labor en “Los exitosos..”, Diego Ramos

domingo

"No podríamos tener una amistad demandante"

Son amigas desde que trabajaron juntas en Como pan caliente, hace 12 años. Comparten el mismo tipo de humor.

¿Desde cuándo se conocen?

Marita: Desde hace 12 años. Nos hicimos amigas en Como pan caliente.

¿Cómo pudieron sostener la amistad después de la tira?

Mirta: Uno se ve todo el tiempo con un montón de gente, y con algunas podés continuar la amistad.

Marita: La amistad no es algo que se elige, simplemente sucede.

¿Es como el amor?

Marita: Exactamente. Hay un montón de gente con la que se tiene afinidad, pero la amistad no sucede. Y con otras personas, por algo misterioso, sucede.

¿En qué tienen afinidad ustedes?

Mirta: Somos muy diferentes en la forma de ser, pero en algún punto del espíritu nos entendemos.

Marita: Ese es el misterio. Para ser amigo o para enamorarse de alguien, no es necesario que seas muy parecido. A veces los opuestos se atraen. Le voy a agradecer eternamente a Mirta lo que me hizo reír cuando trabajé con ella. Antes yo tenía una risa muy tensa, y ella me la aflojó, (risas). Es una persona que te llena de humor.

Mirta: Ese es el vínculo, ella monologa y yo escucho.

Marita: ¡No!

Mirta: Lo hago con gusto.

Y para vos Mirta, ¿qué tienen en común?

Mirta: Marita es una persona que me da alegría. Reflexiona sobre su vida, sus elecciones, sus amistades, tiene una cabeza muy especial. Por momentos parece que está totalmente loca y, por momentos, que tiene una sabiduría que a mí me encanta.

Una habló del humor y la otra de la alegría.

Marita: Las personas con humor, como Mirta, tienen una mirada inteligente de la vida.

Mirta: Estoy jodiendo todo el tiempo. Pero hay algo con lo que no jodo. Esa afinidad por la cual vos disfrutás del otro, que te da gusto estar. Yo tengo mis oscuridades y mis sombras, pero cuando nos juntamos, no sé por qué, no aparece eso. Podemos hablar de nuestras tristezas, miserias, conflictos. Aunque hablemos de lo peor de la vida, estamos juntas.

Marita: Aunque aparezcan los defectos. En otra persona te molestaría y en tu amigo, la aceptás. Cuando uno se casa, el marido no tiene defectos. Los tiene, pero están aceptados. Y en otra persona te da bronca o no, le aceptás lo mismo. No se puede explicar.

Mirta: Está bien lo que dijiste Marita, vas muy bien (risas).

¿El secreto de la amistad y el amor es la aceptación del otro?

Marita: Sí, uno confía cuando se siente aceptado por el otro.

Mirta: Estoy viendo en Marita una persona que deja tanto que desear, pero yo la acepto (risas). Yo me siento chocha que, siendo el desastre que soy, ella me acepte (risas). Hay gente con la que te juntás y la vida empieza a tener colores.

¿Cuántas amigas tienen? ¿Son como Roberto Carlos?

Marita: Yo tengo cinco amigas de la infancia a las que veo bastante. Hemos sabido de nuestras vidas durante estos 40 años o más. Después están los amigos que uno se hace de grande, he heredado amigos de mi marido.

Mirta: Sí, yo también tengo distintos grupos.

Marita: Son vínculos fuertes pero muy diferentes.

¿Hay varones?

Marita: No, son mujeres.

Mirta: Yo tengo amigos hombres. Heterosexuales y homosexuales. El padre de mi nena es un amigo a esta altura. Es familia. En realidad mis ex, en general, son ahora amigos. Son gente que he querido mucho y que me quieren.

Marita: A mí me parece divino lo que le pasa a Mirta con Axel (Pauls). Tienen un hija, se quisieron, y ahora son familia y se siguen queriendo de otra forma. Ojalá eso le pasara a mucha gente.

Mirta: No hice ningún esfuerzo. Es una persona especial que yo quiero y valoro mucho. Es como si fuera de mi sangre, es el papá de mi hija, yo lo amé.

¿Te has peleado con amigos, Mirta?

Mirta: Sí. Perdí una amiga. Esa gente que vos vas a visitar y te dice "che, pero no me llamaste". En lugar de disfrutar de que llegaste.

Marita: No podría tener una amistad demandante.

Mirta: Yo tampoco. Si tengo ganas de llamar a alguien, lo llamo.

Marita: No hay nada que sea más ridículo que demandar. En todo caso, uno puede decir que le gustaría tal cosa, pero demandar no sirve para nada. Es algo que le estás pidiendo al otro que, por algún motivo, no puede hacer, entonces ¿para qué pedirlo? Decir no es demandar. Son cosas diferentes.

Mirta: Es verdad. Eso no quiere decir que uno pueda tener momentos donde se raye un poco.

Marita: Dicho así parece que estuviéramos escribiendo un libro (risas).

Mirta: Los amigos son una compañía para pensar en la vida y en el mundo. Con ellos se puede pensar en voz alta.

¿Hablan pavadas también?

Marita: No hay diferencia entre lo superficial y lo profundo porque la persona se lleva a todos lados.

¿Dónde aprendiste todo esto?

Marita: Me hacés sentir la mujer del Pastor Giménez. (Risas).

Mirta: Siempre tuvo una mirada muy evolucionada. A mí siempre me llamó la atención, transmite la posta. Poca rosca.

Marita: Es el viaje que tengo en mi cabeza. Sobre una búsqueda interior, meterme en mis dolores, en mis miserias, estar ahí, quedarte, ver los cambios.

Mirta: ¿Hay algo más que el paisaje interior? La realidad no existe.

Marita: Hay gente que se siente re feliz teniendo un negocio de ropa y que el negocio venda (risas). Yo lo respeto muchísimo. Simplemente creo que mi destino es bucear sobre mí. Me acuerdo que muchas veces volvía a mi casa y me decía "vos sos un bleuf de vos misma, porque decís algo que todavía no podés hacer".

¿Y era verdad?

Marita: Por supuesto. Lo que te hace estar más contenta es ser lo que decís.

¿Te cae bien el marido de Marita? Eso es clave.

Mirta: ¡Sí!

Marita: De mi marido te enamorás porque es lo más divino que hay.

Mirta: Desde que están juntos la veo 99 por ciento menos que antes, (risas). Me la robó.

Marita: Estoy haciendo una tira diaria. Hago teatro. ¿En qué momento querés que te vea?

Mirta: No es un reclamo, es un mimo, quiero decir que tengo ganas de verte.

Si estás con una emergencia afectiva y decís "voy a la casa de una amiga a verla" y está el marido, es complicado.

Mirta: Es una cagada. El es macanudo, pero nosotras tenemos nuestra relación.

No sé ustedes, pero yo prefiero ver a dos amigas, no más.

Mirta: Yo también, no me gustan los grupos. Casi todo me gusta íntimo. No me gustan las fiestas multitudinarias.

¿Por qué se las ve tan jóvenes?

Marita: Yo voy a un químico, que hace cosas de cosmetología. Y me parece que una cara relajada, es una cara más joven. Me encanta la cara de la gente grande relajada.

¿Y cómo se serenan sin botox?

Marita: Con botox no se serenan nada, se endurecen. Es una máscara. A mí me encanta la expresión. La expresión es serenidad.

Mirta: Cuando estoy bien, en calma, tengo ganas de vivir y ahí, en general, me dicen que estoy más joven. A veces no sé qué edad tengo. No sé si estoy al principio de mi vida, al final, al costado (risas).

¿Hay algo más que el presente?

Marita: Nada, la eternidad.

Mirta: El tiempo es una construcción.

Estamos las tres locas (risas).

Mirta: Uno viene con una especie de carga cultural, genética que es "vas a ser feliz y vas a lograr estar bien cuando progreses". La idea de progreso es una idea que me provoca una gran depresión. La carrera. Cuando consigas dinero, cuando tengas poder. Cuando tenés un buen momento con alguien, no tiene que ver con la carrera, es la vida. Te entendiste con una persona en algo y sentiste algo hermoso. Y en ese momento estas ahí y no querés estar en otro lugar más.

Agradecimiento: Restaurante Novecento, Las Cañitas.